Viaje Personal
Explorando los caminos de la transformación y la sanación
Te cuento algo que siempre me ha marcado. Desde que tengo memoria, la vida me regaló unos dones rarísimos que me hacían conectar con las emociones de otros. Sí, desde niña sentía cosas que no entendía. Imagina tener conexiones con hadas, elfos y hasta con entidades del bajo astral como espíritus… ¡y yo solo era una niña!
La adolescencia fue aún más intensa: se me activaron habilidades como la telepatía, la telequinesis y hasta lenguas extrañas.
¿Pero sabes qué? No entendía nada, me sentía rara y me preguntaba: “¿Por qué a mí?”
Pasé años escondiéndome por miedo al juicio, pero mis dones seguían aumentando, con viajes astrales, clarividencia y una capacidad de sanar emocionalmente a otros sin siquiera intentarlo. ¡Era una locura!
A los 34, las cosas dieron un giro inesperado cuando los Arcángeles, liderados por Miguel, se conectaron conmigo. De repente, empecé a sentir en mi cuerpo las enfermedades de los demás, las transmutaba, ¡y ellos sanaban! Miguel me entregó su espada y me dijo que ahora seguiría sola, pero con ellos apoyándome.
Ese momento lo cambió todo: me convertí en sanadora genética cósmica. Desde entonces, llevo 7 años conectada al conocimiento supremo cuántico, ayudando a transformar la vida de muchísimas personas. Y déjame decirte algo, no hay mayor satisfacción que ver cómo alguien sana y florece.
Hoy, sigo trabajando con seres de otras galaxias (¡sí, galaxias!) y las huestes arcangélicas, guiando a la humanidad en su evolución. Si estás leyendo esto, quiero invitarte a vivir esta transformación.
Créeme, hay otra forma de vivir, y quiero que experimentes el cambio que yo misma he visto en tantos. ¿Te animas?